HENRY MOORE (1898-1986) / ÚNICO

Nunca me he olvidado del inglés MOORE, ni tampoco creo que nadie lo haría después de ver una obra que es única y verdadera.
Se dice que es el representante por excelencia de la escultura actual, una combinación de tradición plástica con modernidad. Y opino que es insuficiente para describir una percepción tan honda.
Que su interés por la escultura precolombina, egipcia, africana y renacentista ha sido fundamental para la concepción de su quehacer, absolutamente cierto. Como también lo es su excepcional talento e intuición para alambicar estas improntas hasta obtener el más inigualable punto de fusión.
El artista que conforma la materia para que se abra y se cierre, se desate y armonice, se transforme en curvaturas animadas, figurativas, que tienen en el lenguaje un principio permanente de estructuración según su vocabulario, no impone contenidos ni letras, permite que el lugar, la ocasión, la historia, la diversidad formen sus propias determinaciones de ser y aparecer.
Y conforme a ese propósito lo versátil de ese universo no es un inventario a especificar sino una aclamación visual irrepetible.

Además es compendio, síntesis, condensación y epílogo en una de sus vertientes; en la otra inicio, preludio, base y origen. Otro nuevo cerrar y abrir epistemológico, morfológico y estético.

Estoy aquí otra vez
para subrayar con mi sangre
la tragedia del mundo,
el dolor de la tierra,
para gritar con mi carne:
ese dolor es mío también.
(León Felipe).

Publicado por Goyo

Escritor de arte, coleccionista.

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